El otoño trae consigo sabores reconfortantes y nutritivos que podemos disfrutar al máximo aprovechando ingredientes frescos y locales, es una temporada perfecta para disfrutar de cremas reconfortantes y nutritivas, y esta Crema de Calabaza y Zanahoria con Jengibre es una opción fantástica para calentarnos en los días fríos.
Llena de antioxidantes gracias a la calabaza y las zanahorias, y con el toque especial del jengibre, esta receta no solo es deliciosa, sino que también refuerza el sistema inmunológico, aportando confort y salud en cada cucharada.
Aporte Nutricional
La calabaza y las zanahorias son excelentes fuentes de betacarotenos, que el cuerpo convierte en vitamina A para apoyar la salud ocular y la función inmunológica. El jengibre añade propiedades antiinflamatorias, ayudando a la digestión y a reducir la sensación de frío durante el otoño. Además, el caldo de verduras aporta minerales que enriquecen el plato, convirtiéndolo en una crema nutritiva y reconfortante.
El jengibre es conocido por sus propiedades antiinflamatorias, perfectas para aliviar el malestar estacional y fortalecer las defensas naturales.
Ingredientes
- 1 calabaza pequeña (aproximadamente 500 g), pelada y cortada en trozos
- 3 zanahorias, peladas y troceadas
- 1 cebolla, picada
- 1 trozo de jengibre fresco (aproximadamente 2 cm), rallado
- 500 ml de caldo de verduras
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
- En una cazuela grande, añade un poco de aceite de oliva y sofríe la cebolla a fuego medio hasta que esté transparente.
- Incorpora el jengibre rallado y sofríe durante unos minutos más para que libere su aroma.
- Añade la calabaza y las zanahorias a la cazuela, cubre con el caldo de verduras y cocina a fuego medio durante 20-25 minutos o hasta que las verduras estén tiernas.
- Tritura todo hasta obtener una crema suave y homogénea. Ajusta de sal y pimienta al gusto.
- Sirve caliente y, para un toque especial, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra antes de servir.
Esta crema es ideal para incluir en tu menú de otoño, proporcionando confort y nutrición en cada bocado. Añadirla a tus comidas es una forma de beneficiarte de los ingredientes de temporada, ayudando a fortalecer tu sistema inmunológico en los meses más fríos.
